Subir y bajar. Bajar y subir
(Canto 25 de Confín del Polvo, 1994)
Por Efraim Castillo
Subir y bajar. Dibujo de Gabino Rosario.
Este subir y bajar colinas,
este atravesar desfiladeros,
desiertos, inmensas dunas,
bosques petrificados;
este alucinante recorrer,
siempre subiendo,
bajando siempre,
caminos empedrados
y selvas con serpientes;
este asedio al subir
y bajar las mismas escaleras,
los mismos bloques y aceras;
este tedio de subir
y bajar lo social y lo ridículo,
con entradas apresuradas
a bancos y vampiros,
a clubes y purgatorios,
a los afanes de las sedas
y las viejas cachemiras;
este subir bajando
y bajar subiendo
con los cambios a cuestas
y la obsolescencia a rastras,
como un rabo de espinas,
como un búho soplador;
este juego sempiterno
con los dados cargados
los cañones prestos,
y las llamas ardiendo
en el deseo recomenzado;
este ahogo,
este clamar,
esta sensación
de hartura y vacío,
de huesos fracturados,
y frustración cercana;
esta sed de labios muertos,
de escalas sin esquemas,
presintiendo el haber subido,
de nunca haber bajado,
de estar flotando el cuerpo
sobre nubes de incienso
y toneladas de hiel;
este resquemor
este atosigamiento,
estas viejas alquimias
de sangre envenenada,
estas campanas sin toques,
estas alegrías atajadas
que llevan constantemente
a un alucinante no/tiempo.
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