lunes, 25 de enero de 2021

URBE, CULTURA Y TRAICIÓN

 

Urbe, cultura y traición

Por Efraim Castillo

1. Urbe.

En mis novelas Currículum: El síndrome de la visa (1982), El personero (1984-99) y Guerrilla nuestra de cada día [cuyo primer título fue Diario de una sanguijuela] (1964), las cuales forman una trilogía que explora los cambios fundamentales acaecidos en el país desde los años cuarenta hasta la segunda caída de Balaguer, en 1978, la ciudad es parte de la trama y se convierte en un actante, en un functivo, en un aglutinante de pasiones, en una esfera de acción para conectar —más allá de la metáfora— a los sujetos con lo memorial.

La ciudad en mi trilogía se convierte —como la imagen fragmentaria  del cine— en metonimia pura, pero nunca en ruta emocional. En seis mil años de historia, el zigurat sumerio, la polis griega y la urbe romana han trazado la acumulación del discurso humano y sus avatares.

 Zigurat sumerio

Y la historia no es emoción, porque la historia es una cronología de risas y llanto, de algarabías y espantos y, por lo tanto, de goces y nostalgias en donde la ofuscación se torna espectro, sombra.

2. Cultura.

El vocablo cultura agrupa múltiples entornos artificiales y combates ganados pulso-a-pulso a una naturaleza siempre hostil o siempre espléndida. Desde el australopitecus al homo sapiens, el tránsito existencial estuvo cargado de glaciaciones, hambrunas y migraciones; todo para formarnos como somos, como humanos con culturas estructuradas por geografías que guiaron sus establecimientos. De ahí, a que cada etnia haya desarrollado singularidades propias emanadas desde su hábitat; y esa lucha por la adaptación modeló las vidas.

Por eso, el gobierno dominicano no puede forzar a los gobernados a desarrollar aptitudes contrarias a su cultura, obligándolos a ejercer imitaciones que violenten sus discursos. El éxito educativo del Japón prueba que para educar sólo es preciso estudiar la propia historia y seguir su hilo conductual. Nuestro país está obligado —para no quedar rezagado— a transformar el aprendizaje que se imparte en el sistema público e insertarse en los nuevos paradigmas educativos.

 Eugenio María de Hostos

Pero para lograr esto es necesario tener en cuenta que toda enseñanza [sobre todo en los niveles primarios] debe partir de una antropología educativa, en donde al educado se le transmitan valores esenciales y el conocimiento básico de lo que somos. Desgraciadamente, hemos abandonado a Hostos y nos hemos internado en la arena movediza de una educación fusionada que, al final, nos hará más mal que bien.

3. Traición.

La metáfora del anti-pulpo en el operativo anticorrupción de la PEPCA, es un hábil subterfugio retórico para llegar hasta Danilo Medina, a quien muchos señalan como el octópodo mayor en el tinglado corrupto creado por el PLD para sacudirse de la esclavitud hegemónica del empresariado nacional.

 Danilo Medina Sánchez

Apoyado en esa premisa, el PLD fundó una organización de familias, capitaneada cada una por un  capo o jefe que debía reportar sus operaciones al capo di tutti capi, el gran pulpo. Así, el que fue el partido político mejor organizado del país, traicionó a su fundador, Juan Bosch.