domingo, 28 de marzo de 2021

EL ESTUPRO DE PIEDRA PAÍS



En el Día del Teatro (27 de marzo) colgué en las redes una obrita  que escribí en 1964, en el primer aniversario del asesinato de Manolo Tavárez Justo.

Por publicar esta pieza en mi libro Viaje de regreso (1968) un joven crítico de la época me juzgó como “anti-izquierdista”. Hoy, cincuenta y ocho años después de la expedición guerrillera del 1J4, la cruel realidad de la historia ha concluido que ese levantamiento —al igual que el llevado a cabo por Caamaño diez años después, en 1973– fue una determinación precipitada, un levantamiento que, aún motivado por un contexto opresivo, constituyó una trágica pérdida generacional.


 Portada del libro Viaje de regreso (Editorial La Isabela, 1968), en donde publiqué el Estupro de piedra país, escrita en diciembre de 1964.


EL ESTUPRO DE PIEDRA PAÍS 


Por Efraim Castillo

 

(Escena)

 

Personajes: PIEDRA PAIS y UN HOMBRE


La acción, en un parque.


Un parque. Un banco. La brisa. Los árboles. Los perros. Muchos sonidos. De noche.

 

PIEDRA PAIS y EL HOMBRE conversan sobre un tema específico, sentados sobre un banco.

 

UN HOMBRE: El pueblo está impaciente, Piedra País!

 

PIEDRA PAIS: ¿Y qué?

 

UN HOMBRE: ¡Que tenemos que irnos!

 

PIEDRA PAIS: ¿Irnos? ¿Hacia dónde?

 

UN HOMBRE: ¡Hacia las alturas, Piedra… hacia las alturas!

 

PIEDRA PAIS: ¡No… no podemos irnos hacia las montañas!

 

UN HOMBRE (enérgico): Pero, ¿por qué?

 

PIEDRA PAIS: Porque tendríamos que obligar a Lenin.

 

UN HOMBRE: ¡Entonces obliguémosle, Piedra País!

 

PIEDRA PAIS: ¡No, Lenin no querrá irse a las montañas!... ¡Debes saber que él lo piensa todo, lo arguye todo, lo comprende todo! ¡No, no podremos obligarle!

 

UN HOMBRE: ¡Pero, Piedra, tenemos que irnos!

 

PIEDRA PAIS: ¿Por qué tenemos que irnos ahora?... Podemos prepararnos mejor.

 

UN HOMBRE: El pueblo está impaciente, Piedra País. ¡El pueblo manda, tú mismo lo has dicho!... ¡El pueblo manda, el pueblo manda!

 

PIEDRA PAIS: ¡No, han confundido mis palabras! ¡Eso es mentira!

 

UN HOMBRE: ¡Sí, Piedra! ¡Tú dijiste algo similar… sobre que el pueblo manda!

 

PIEDRA PAIS: ¡Mentira! ¡El pueblo no manda! ¡Lo que dije es que el pueblo mandará cuando se le prepare! ¡Ahora al pueblo lo mandan!… ¡Son ellos, los gorilas, los que mandan ahora! ¡Tal vez, si se le prepara larga y concienzudamente, el pueblo, luego, será dueño de su destino!

 

UN HOMBRE: ¡Lo sabía… siempe me lo dije: “Piedra País es un cobarde, Piedra País es un cobarde”! (Transición) ¡Sí, Piedra, eres un cobarde!... ¡Cobarde!

 

PIEDRA PAIS: ¡No conoces mi miedo!

 

UN HOMBRE: ¡El miedo tuyo no es un miedo distinto al de los demás!... ¡Cobarde, cobarde, cobarde!... ¡eres un cobarde, Piedra País!

 

PIEDRA PAIS: ¡Mi miedo es de morir en vano!... ¡Mi miedo es de querer saltar un puente no construido! ¡Ah, si conocieras a fondo mi miedo a la historia! ¡Sí, lo que siento es un terrible miedo histórico; un miedo de fallar en conducir al pueblo hacia su encuentro con la gloria!

 

UN HOMBRE: ¿Como en 1959?

 

PIEDRA PAIS: No, no como en 1959.  ¡Aquellos hombres salvaron el puente!... Pero, ¿y nosotros? ¿Qué puente salvaremos?... ¡Sí, aquellos sí salvaron el puente y nosotros ni siquiera subiremos a él!

 

UN HOMBRE: ¡Pero ellos murieron, Piedra País!... ¡Murieron… y su sangre nos regó a todos!... (Transición) ¡No podrás detenerme ni detenernos, cobarde!... ¡No puedes ocultarlo… tienes miedo, mucho miedo!...

 

PIEDRA PAIS (enérgico): ¡No, no tengo miedo, no tengo miedo de morir!... (Transición) ¡Ojalá tuviera ese miedo que me achacas!... ¡Ah, si no llevara estas canas tan pesadas sobre la cabeza!

 

UN HOMBRE: ¡Vete al diablo con tus canas!

 

(Largo silencio. Comienzan a escucharse disparos por el foro. Estos disparos deberán continuar hasta el final de la escena y se irán acentuando a medida que avanza el diálogo)

 

UN HOMBRE: ¡Maldito Piedra País! ¡Después que nos preparaste y creaste en nosotros el espíritu de lucha! ¡Después que quitaste de nuestros hombros el manto de miedo que nos dejó Trujillo, ahora nos das la espalda!... ¡Oh, Piedra País, qué cruel y duro eres!... ¿Cómo te atreves a dejarnos huérfanos de valor a la hora del levantamiento?... ¿Cómo es posible que dejes a tus compañeros del alma tristes a la hora del levantamiento? ¡Nadie lo creería de ti, Piedra! ¡Sí, de ti, el hombre que formó nuestra conciencia!... (Transición brusca) Pero, Piedra País, tienes que saber que aunque muramos nos iremos sin ti, porque hemos asumido un compromiso sagrado con el pueblo y estamos obligados a cumplirlo!... ¡Sí, Piedra, hay brisa de miedo en tus ojos… y te condenarás al mutismo!

 

PIEDRA PAIS: ¡Habla, insúltame todo lo que quieras... pero no iré!...

 

UN HOMBRE (desesperado): ¿Pero es que no has escuchado los gritos de los campesinos?... ¡Están pidiendo la lucha… están gritando por tierras… desean hacer suya el alba!

 

PIEDRA PAIS: ¡Se olvidarán de todo!... ¡Se olvidarán de todos!... ¡Hay callos en sus gargantas y lodo en sus pies!... ¡A ellos, a los campesinos y obreros, hay que prepararlos antes de que griten!… (Transición) ¡Ah, siento tanta pena por ti… por mí… por todos!...

 

(Largo silencio)

 

UN HOMBRE (iniciando el mutis): ¡Piedra País… te quedarás aquí y serás un traidor!...

 

(UN HOMBRE sale. Los disparos se hacen estridentes y PIEDRA PAIS, de cara al auditorio tiene que gritar para poder ser escuchado)

 

PIEDRA PAIS: ¡Sí, seré un traidor con eterno luto, porque he creado un espíritu de lucha que me tiró por la borda cuando el pueblo ladró de gula!... ¡Que Lenin descanse en paz!...

 

(Los disparos y las explosiones se hacen insoportables mientras el telón baja lentamente)

 

(Santo Domingo. Invierno de 1964)

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