domingo, 12 de diciembre de 2010

Efraim Castillo para Miguel Alfonseca



Están allí los viejos truenos

A Miguel Alfonseca, por los cantos y la ilusión

Por Efraim Castillo

1
Miguel, estoy aquí parapartir,quebrar
y fragmentar la paridad del sueño,
Estoy aquí,justamente donde el otoño,
como un oráculo de inciensos,
reverbera entre el vientoy los chamanes,
gritandoal hastío de los tiempos.

Se fueron Jacques, René, Grey, Condecito,
y como una espiga alta, Silvano también se fue.
¿Cuántos más partirán, Miguel, en esta procesiónde ángeles? 
¿Cuántos de los gritos coléricos quedarán aquí,
junto al fuego para despertar los truenos?

2
Sin embargo, la tengo junto a mí,
sin pretensióny sensiblemente aprisionada,
la imagende la mañana:
San Carlos abriéndose a la lluvia,
a los pregones hirientes,
a las esquinas que aguardan la bruma.

Está aquí, sin pretensión:
aprehendidaen el iris de mis ojos
tu imagenrecorriendo Villa Francisca,
bajando presurosa por la Duarte para desafiar las brumas,
los aceros filosos de la barbarie,
donde Condecito esgrime la metáfora
como un halo negro disuelto entrelos ecos de las campanas
y los raídos pinceles.

Sí, es indudable,está aquí la lluvia aún.
Está aquí con sus gotas de plata refulgiendo
entre la humedad del aire y un revoloteo de palomas.
Está aquí saturandolos hoyos abiertosdel asfalto,
enmoheciendo los ancianos pórticos celestes,
abismándolo todo como un dolor de espigas,
como una herida abierta frente al balcón de la tarde.

3
¿Hacia dónde, Miguel, se habrá marchadola magia de la alborada?
¿En qué perdido lugar estará la promesa de aquella utopía
aguardando tras la tarde yempinándose sobre las montañas?
¿Podrá alguien,un anciano, un soldado,
alguien capaz de sumar sonrisasy rituales,
explicar con voz de trueno si esta presencia que niega la vida
deberá ser echada para siempre del nuevo sol?
Si el nuevo hombre imaginado por el Che,
se escudará trasla computadora para vetar la inquina
y golpear con la mercadotecnia la esperanza invertebrada;
si ese nuevo hombre descenderá como un ángel marginal
sobre la Ciudad de Dios y auspiciará losensueños,
los cantos redentores y el brotar evocado del gluten y los cascajos?

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